domingo, 22 de abril de 2012

¿SERÁ UN FANTASMA?


El hecho fundamental del cristianismo está enraizado en la Resurrección. De hecho Pablo nos advierte que si Jesús no hubiera resucitado, vana sería nuestra fe. La Resurrección de Jesús es el culmen del misterio de la encarnación y de la redención del señor. Ella no es otra cosa sino la proclamación del evangelio de la vida que había proclamado y encarnado el mismo Señor Jesús. Pero, por ser un hecho insólito, no dejó de crear dudas y asombro. Los apóstoles y otros discípulos, como los de Emaús, habían oído hablar de una posible resurrección del Maestro luego de su muerte… pero el desconsuelo de lo ocurrido en el Calvario les había embotado la mente de tal manera que no habían tomado conciencia de que ello se iba a realizar.
Por eso, como lo relata Lucas, al aparecerse Jesús a sus discípulos y saludarlos con el saludo propio de los judíos “la paz con ustedes –shalom-“, se desconciertan. Era posible que uno pudiera sentir o figurarse la visión de un fantasma, pero no le podía suceder a todos. Sin embargo, dice el evangelista que se espantaron todos como si hubieran visto un  fantasma. Sin embargo, Jesús les habla con autoridad y les dice que no teman pues es Él de verdad, pues un fantasma no tiene carne ni huesos. A la vez, lo hace con una expresión que ya comienza a darle más solemnidad a su propia identidad: YO SOY.
Para garantizarles que todo era verdad, entonces les pidió comida y se puso a comer delante de ellos. Del asombro, pasaron a la aceptación de la fe, al abrirse su entendimiento y así comprender las escrituras. Posteriormente, el mismo evangelista Lucas referirá cómo identificó Jesús a quienes habían tenido la experiencia de su resurrección, así como la misión de anunciarlo: siendo testigos de su resurrección.
A lo largo de la historia de la humanidad, incluyendo los tiempos actuales, son muchos los que han disertado sobre la falsedad de la resurrección. No es fácil aceptarla si se va sólo con los criterios del mundo o de las ciencias humanas. Para muchos era una locura, para otros una estupidez, como también lo pensaban de la cruz y muerte del redentor. Hay quienes han dicho que es uno de los mitos mejor inventados de la historia de la humanidad y que ha sostenido a lo largo de los siglos la vida de la Iglesia… Pero no es así. De haberlo sido, la Iglesia no hubiera permanecido tanto tiempo. La Resurrección es el hecho culminante de la misión de Jesús. Con ella se inaugura la plenitud de los tiempos y toda la humanidad puede, entonces, participar de la nueva creación. La resurrección marca la Pascua de los cristianos, no como algo simbólico, sino como la realidad de donde nace la salvación y la liberación que convierte al ser humano en hijo de Dios.
Nosotros no creemos en un mito, nosotros no pensamos que Jesús , luego de su muerte, se apareció como un fantasma… Creemos que resucitó y con ese maravilloso hecho nos asoció a su Resurrección para así poder participar definitivamente de su triunfo pascual que nos dio la auténtica libertad, la de los hijos de Dios.
+Mario Moronta R., Obispo de San Cristóbal

No hay comentarios:

Publicar un comentario